Sistema
visual.
Las personas que han
sufrido daños en la corteza temporal no pueden describir plenamente lo que ven,
además de que tienen afectada la imaginación y la memoria visual.
Las personas que han
sufrido daños en la corteza parietal no pueden extender la mano con precisión
para tomar objetos, incluso después de describir su tamaño, forma y color.
Sistema
auditivo.
Sordera de conducción o
de trasmisión.- Alteración en el oído externo o el oído medio que compromete la
transmisión del sonido; es decir que retarda la llegada del estímulo sonoro.
Los orígenes de esta pérdida auditiva son tres: las malformaciones congénitas,
las causas genéticas y las otitis.
Sordera neurosensorial.-
Se origina por lesión del órgano de Corti o de las vías acústicas que conducen
el sonido hasta el cerebro. El daño produce agudeza auditiva y se compromete la
inteligibilidad y la claridad de los sonidos. Las causas son: trauma auditivo,
supuraciones, inflamaciones, malformaciones, procesos víricos o degenerativos y
tumores, prematuridad, incompatibilidad Rh, anoxia neonatal y traumatismos.
Hipoacusias hereditarias
o genéticas.- Cuando la pérdida auditiva
está presente al nacer. Está causada por la alteración de un gen y se transmite
por combinación genética. Como consecuencia actúa sobre el oído interno. Es
progresiva y no suele tener tratamiento clínico. Actúa sobre el oído interno
malformado alguno de sus órganos. Pueden ser 1.Precoces: Se manifiestan desde
el mismo momento del nacimiento 2.Tardías: Se desarrollan a lo largo de la vida
del paciente Sorderas Adquiridas Fueron adquiridas en el desarrollo embrionario
o después del parto. Las causas no son progresivas y podemos clasificarlas en
Prenatales y Perinatales.
Grados de afectación:
Normoaudición.- El umbral
de audición tonal no sobrepasa los 20 dB en la gama de frecuencias
conversacionales. Ésta es la intensidad que percibe un oído que no sufre ningún
tipo de pérdida auditiva.
Deficiencia auditiva leve
o ligera: Los sujetos perciben el habla de un modo casi normal aunque ciertos
matices fonéticos van a escaparse a su percepción. A veces pasa desapercibida
presentando ya que tienen dificultades en percibir la voz en intensidades
bajas.
Deficiencia auditiva
media: La audición se encuentra entre 40-70 dB. Solo se perciben el habla a una
intensidad considerablemente alta.
Deficiencia auditiva severa: Audición entre
70-90 dB, no se percibe sonidos a excepción de niveles muy altos.
Deficiencia auditiva profunda: Audición arriba
de 90 dB. Cofosis: Pérdida total de la audición. Supone la ausencia de restos
auditivos y se sitúa por encima de los 120 dB.
Olfato.
La incapacidad para
detectar olores se llama anosmia, así la disminución en la capacidad para
percibir los olores se denomina hiposmia o hipoanosmia, finalmente la
distorsión en la identificación de los olores se denomina disosmia. En esta
última patología se presentan las siguientes clasificaciones: • Parosmia: es la
percepción alterada del olfato en presencia de un olor desagradable. •
Fantosmia: es la percepción de olores sin que estén presentes en el ambiente. •
Agnosia olfativa: se define como la incapacidad de clasificar o contrastar
olores, a pesar de preservar la capacidad de detectarlos.
Las infecciones de las
vías respiratorias, los traumatismos craneoencefálicos y algunas afecciones
nasales provocan pérdidas olfativas, no obstante la mayoría de las veces la
causa directa de estas pérdidas es desconocida.
Sistema
gustativo.
Algunos trastornos del
gusto son realmente a causa de trastornos del olfato, ya que los trastornos del
olfato alteran la percepción del sabor, debido a que los componentes que
producen el sabor son el olfato, el gusto, la textura y la temperatura de los
alimentos que ingerimos.
Los trastornos del gusto
suelen indicarse con el sufijo geusia: por ejemplo ageusia (incapacidad para el
gusto), hipogeusia (decremento de la capacidad gustativa) y disgeusia
(distorsión de la capacidad gustativa). Al parecer la disgeusia suele derivarse
de lesiones en las vías gustativas periféricas; en contraste, las ageusias y
las hipogeusias pueden ser de origen periférico y central. Otro trastorno que
puede causar alteraciones en la percepción de los sabores es la Parálisis de
Bell, parece ser la patología más común que provoca alteraciones en la vía
periférica gustativa.